viernes, 1 de febrero de 2013

Las estaciones de mi luna


Las estaciones de mi luna, luna nueva donde renazco en versos que se disparan precisos y letales a las espirales de aire, donde me encuentro oculto entre la sombra, donde  nadie sabe que estoy, pero mi brisa te refresca el recuerdo refresca si ser sentida, quito con sutileza los cabellos de tu oído, declamándote los versos mas románticos que me enseño en un valle un ruiseñor  y sintiendo en el alma un estupor de esperanza deseo y caminar…
Las estaciones de mi luna, cuarto sensualmente, los versos se alinean perfectamente con la sensualidad, desbordo mi cuna en besos por tu cuello, sigo los destellos de astros recorriendo de apoco tu silueta, la mitad de mi lado oscuro esta formando un plan por donde hurgarte en el flanco  mas débil de tu negación. Mi lado luminoso camina sin detenerse entre tus muslos, tu ombligo, tu abdomen, tus pechos… en cálidos besos que apenas te rozan sin siquiera poderlos sentir…
Las estaciones de mi luna, luna orgásmica, llena, plena, todo el blanco de clímax te recorre en el borde del sudor, acumula en el oído tus gemidos elaborados, me des vuelco en el Este como el Ave Fénix lleno de libido, a veces lujuria, a veces amor, a veces solo placer. Sucumbo en un último aire cayendo sobre tu espalda empapada, abrazándote  sintiendo tu piel , siguiendo el ritmo de tu respiración agitada, despertando del sueño, besándote el cuello, ocultándome por el oeste mientras apagamos la luz para dejarnos dormir de a poco…en el sueño de la satisfacción…
Las estaciones de mi luna, cuarto tristeante, no quiero seducir, no quiero escribir, no quiero salir a caminar, ni toparme con la ruleta de la suerte. Mi lado oscuro llora de desconsuelo, mi lado brillante ilumina la realidad, que dé a veces en esta extraña época el poeta o está loco o está muerto, y los versos son pérdidas de tiempo, pues el monstruo de la superficialidad es más poderoso y como gran hoyo negro en el universo todo lo absorbe… la única esperanza recae en aquella musa que al a orilla de un lago mientras surco el sur, me surca una estrella fugaz en el momento preciso que ella tiene la valentía de pedir un deseo…
La estaciones de mi luna, me eclipsa tu sol, me opaca me deprimes, mis versos son vanos para tus olvidos, fallo en los intentos de felicidad y solo me quedo sumergido en mis lagrimas, tapándole el sol a todos los de mi mundo, los besos aquellos saben a sal, tu cuello a sangre,  los astros me dan la espalda y todo se vuelve escalofriante, tu figura llega a ser nomas una calavera que ríe mi desgracia. La musa del lago llora, las canciones se enmudecen y la depresión me arrastra por el suelo de los muertos poetas que ya no alcanzan a ser ni locos…
Las estaciones de mi luna, rojo al vivo, me empiezo a ocultar de a poquito, dejando que la sombra me abrace, con las estrellas de mis aliadas, vuelvo a componer versos de nuevo, vuelvo a escribir, vuelvo a sentir el olor de tu cabello,  tu boca se intensifica, mi rojo te absorbe, renace mi pasión, vuelve a florecer mi libido mi lujuria y sin darte cuenta mis lagrimas seque, y no hay tristeza, ni reproches… las canciones suenan perfectas y las cantan miles de estrellas fugaces que me vuelven a surcar, y la niña de lago vuelve a despertar y sus ropas deja caer, y tu musa de nuevo te metes en mi piel, te ocultas entre mis entrañas cayendo en mi calor mientras mi rojo vías sin darte cuenta te esta eclipsando con redención… y esto solo se puede dar en una luna llena y orgásmica…

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