lunes, 29 de octubre de 2012

Te Miro...

 
Te miro, sí,

con el respeto de la admiración

porque me atrae tu elegante andar,

el sonido de tus pasos,

el dibujo de tu cuerpo,

el relevo de tus piernas morenas.

Porque me atraen tus colores,

tu figura, tu fragancia;

tal como la flor atrae la abeja hasta el cáliz.



Y te imagino desnuda, con mejillas encendidas,

y la sonrisa de tus labios abiertos …



Te miro y admiro, con el respeto del deseo

porque me atrae el balanceo de tus cabellos

cuando revolotean al viento caprichosamente

y descubren tus hombros relucientes;

porque me atrae el olor que dejas en el aire,

el volumen de tus pechos recogidos;

porque me atrae lo que enseñas,

lo que insinúas , lo que escondes …



Y te imagino, sí,

ante el espejo te imagino

deslizando los tirantes de tu vestido

hasta que te cae a los pies desnudos.

Y te imagino acariciándote

mientras te miras y te admiras.



Te miro, sí,

con los ojos cerrados te miro

sabiendo que no eres un sueño.

Y, con respeto, con manos bañadas de placer,

sueño que te puedo abarcar

bajo las sábanas fieles de la intimidad.

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