Nunca
pensé que una sola frase, pudiera atenuar de pronto mi dolor.
El
día ha estado a punto de acabar con mi vida, pues
mi corazón ha aguantado por ti, pero está débil e inmóvil desde que te fuiste y
no logro que deje de llorar.
Me
hubiera gustado encontrarte en casa hoy, necesitaba tus abrazos, tus besos, tu
frase en el espejo de la ducha, te necesitaba a ti, guardian de mis
labios.
Las
calles, oscuras y silenciosas te piden que las ilumines con tu presencia y que
me hagas sonreír como cuando éramos Romeo y Julieta.
Sola,
cada vez más sola, te pienso y muero embriagado por tu ausencia. 18 días restan
para recuperar mi vida, sentirte de nuevo y saborear tus besos.
Pocas
horas de felicidad nos permitirá el cruel destino disfrutar, pero intentaré
parar el tiempo con nuestros suspiros de color amor verdadero.
Las
mañanas son frías, las tardes negras y las noches un eternas que desemboca en un
embalse cargado de mil lágrimas que esperan naufragar.
“Mi
vida eres tú”, pero ¿cuánto tiempo van a tener preso nuestro amor? ¿Cuándo voy a
poder soñar con desayunar tus miradas cada mañana?
Mi
vida eres tú, pero estoy perdida sin ti…
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